A la vejez, estudiar, para nunca acabar.
Alaba el afán de aplicación, insaciable en algunos a pesar de la edad. Así Sócatres, acojido en su celda a la espera de tomar la cicuta ,persistía en ensayar cierto aire de flauta, Y como alguien llegase a preguntarle: ¿De qué te servirá,! oh Sócrates! aprender ese aire, si vas a morir?- respondió: -Me servirá para morir sabiéndolo.-
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