martes, 4 de diciembre de 2012

A quien Dios quiere bien, la perra le pare lechones.

Se dice, entre chanza y envidia,de aquel a quien todo le sale bieny de ordinario le sonrie la fortuna.
A QUIEN DICE MAL, UNO AL LISONJONERO, NINGUNO
Previene a lapar contra dos vilezas la maledicencia y la adulación .De ahi que cuando a Diójenes le preguntaron qué picadura consideraba más ponzoñosa, respondiese`De los animales bravos, la del maldiciente de los mansos,la del lisonjero.*