martes, 22 de mayo de 2012

A la mujer casada, el marído le basta.
Porque la mujer honrada---dice---sólo debe complacer a su marido y no mostrarse galante con los otros hombres, pues en tal caso bien podría aplicársele aquel otro refrán: La mujer del ciego, ¿para qué se afeita?

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